Segunda y última parte de la entrada "Alfonso Guerra: Qué decías, qué hacías y qué hiciste". Ante una referencia por parte del entrevistador a los momentos en que Guerra sustituye a Felipe González, dice: "Yo te confieso que cuando asumo esos papeles tan de escaparate me siento como un paria, no es lo mío. Me gusta la introversión, la soledad, leer música". No está mal eso de que ejercer de presidente es un papel de escaparate. Elegante manera de criticar a su jefe. Lo malo es que quién se cree eso. El ejercicio del poder le encantaba. No hubo más que ver cómo se aferró a él durante toda su vida, ya fuera en el gobierno ya en el parlamento. Si no le llega gustar la soledad, todavía tendríamos que aguantarlo en las Cortes. Cinismo a tope. En la misma línea cínica, más adelante dice: "Yo conservo la esperanza de dar una paso atrás, un salto atrás y volver a casa. Por ejemplo, yo, a todos los efectos, aún vivo en Sevilla, aún conservo mi residencia en Sevilla. U