El otro día leí un artículo de Soledad Gallego Díaz que publicaba El País, el domingo 19 de julio. Se titula "Debates de los que depende el futuro". A juicio de Soledad, habría que fijarse en dos: uno sería cómo conciliar economía de mercado y democracia y el otro cómo afrontar el problema de los trabajadores pobres. Como todos los burgueses, la autora del artículo gusta del eufemismo; así, en vez de decir pura y simplemente "capitalismo", prefiere referirse a "economía de mercado". Eso por un lado. Por otro, al hablar de "conciliar" es obvio que está diciéndonos que ahora y hasta ahora no hay tal situación. Pero ella solo hace la pregunta, la sugerencia, no aporta ninguna idea de cómo, en su opinión, puede haber esa "conciliación". Soledad, en su vivir plenamente burgués, parece no alcanzar a ver que si "democracia" quiere decir el gobierno del pueblo, el capitalismo es la antítesis del tal concepto, pues su esencia es la