Hace tiempo ya le dediqué un comentario a Moisés Naím. Hoy, a la vista de un artículo publicado en El País, el domingo 29 de marzo, titulado "La fraudulenta superioridad de los economistas" voy a dedicarle otro. Se queja el articulista de los economistas, de su supuesta superioridad sobre otros profesionales y, fundamentalmente, de su idea (la de los economistas) de que profesan la "ciencia social más científica". Y al hacer esto, nos recuerda que ya dijo algo parecido hace diez años, cuando criticó su arrogancia. La verdad es que cuando un "santón", como sin duda es Naím, escribe algo, uno piensa que va decir algo nuevo o a dar un nuevo enfoque a algo ya dicho, en una palabra, que vamos a leer algo novedoso. En este caso, es obvio que se está criticando a los economistas burgueses, pues son los únicos que, crisis tras crisis, solo dan explicaciones "a posteriori", proponen recetas que no valen para nada (las crisis siguen produciéndose) y son